Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo para poner en práctica su pensamiento, acuciándole la falta que pensaba que cometía en el mundo su tardanza, según eran los agravios que pensaba deshacer, entuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que corregir y deudas que satisfacer.