El rey Ántigeno al filósofo Zenón

Los antiguos estoicos

Creo que en fortuna y fama yo te aventajo, pero tú me llevas la delantera en inteligencia, en cultura y en la perfecta felicidad que posees. He decidido por eso, suplicarte que vengas a mi, persuadido de que no te resistirás a quien te estima. Trata pues, por todos los medios, de reunirte conmigo, pero ensañado que no sólo serás mi maestro, sino también de todos los macedonios en general. Porque es evidente que quien conduce hacia la felicidad al príncipe de macedonia prepara a sus súbditos para la varonil firmeza. Pues así como fuere el gobernante, así serán también sin duda los más de sus súbditos.